Esta conversación refleja la experiencia de una persona con Titan. Coloplast invitó a Bob a compartir su historia y le proporcionó una remuneración por su participación. La situación de cada persona es única; su experiencia puede no ser la misma. Hable con su médico acerca de si este producto es adecuado para usted.
¿Qué circunstancias lo llevaron a decidir implantarse una prótesis de pene?
Mi nombre es Bob Harvey y soy un sobreviviente de cáncer de próstata. Tengo 72 años. Fui muy afortunado de no haber tenido problemas de disfunción eréctil hasta los 65 años. Mi esposa y yo verdaderamente somos novios desde la secundaria, empezamos a salir cuando teníamos 16. Tuvimos una excelente y larga vida sexual hasta que cumplí 65 años, cuando me diagnosticaron cáncer de próstata.
Me diagnosticaron en enero de 2004. Me realizaron una prostatectomía radical en febrero de 2004, luego de la cual, aunque fue una prostatectomía en la que se conservaron los nervios, fui incapaz de lograr una erección después de la cirugía. Investigué el implante de pene Coloplast exhaustivamente. Mi especialización es en ciencias, por lo que probablemente haya investigado demasiado, se podría decir, pero asistí a seminarios y me sentí muy bien haciéndolo, aunque no estaba listo para dar el paso hasta que, en noviembre de 2007, tuve la oportunidad de hablar con dos hombres que habían recibido el implante.
Hablé con ellos en noviembre y recibí el implante de pene el 13 de diciembre, de manera que supe de inmediato que era real, porque incluso al hablar con el Dr. Sadeghi, quien es una de las personas líderes en el campo, supe que él sabía de lo que hablaba, aunque no podía contarme cómo se sentía tenerlo implantado. Pero cuando hablé con hombres y me contaron sus experiencias acerca de cómo afectaba sus vidas y cómo se sentía realmente, supe que era real, y les dije: “Tendría que ser un tonto para no decidirme a hacerlo.” Por eso lo hice, y ha dado excelentes resultados.
¿Cómo fue su recuperación?
Una vez más, soy sincero y nunca endulzo de más el asunto de la recuperación. Se siente algo de molestias y un poco de dolor, pero nada grave. Mi recuperación fue muy buena.
¿Cuánto tiempo transcurrió hasta que pudo moverse y andar con normalidad?
Diría que transcurrieron unas siete semanas. Pero cuando estaba por realizarme el implante el Dr. Sadeghi notó el bulto en mi abdomen, entonces me envió con el jefe de cirugía vascular, el Dr. Napolitano en Hackensack, y fui con él. Me dijo: “Tiene una hernia en la pared abdominal.”
Le respondí: “Está bien, hagamos eso primero y luego el implante.” Me respondió: “¿Le gustaría que realizáramos los dos procedimientos con una sola anestesia?” Ni siquiera lo mencioné, pero pensé: “Dios mío, fantástico” y entonces hicieron eso (ambas cirugías) en una sola anestesia. El Dr. Sadeghi realizó el implante y el Dr. Napolitano colocó la malla y reparó la hernia. Incluso con eso, pude volver al gimnasio en 7 semanas. Por supuesto, reduje mucho la cantidad de peso que levanto, pero volví, y diría que a los tres meses pude volver a ejercitar con la misma cantidad de peso que antes.
¿De qué manera cambió el sexo desde que recibió un implante de pene?
No necesito preguntarme: “¿Tendré una erección?” Sé que podré hacerlo. Si bebes un par de copas (que no es mi caso porque no bebo) pero si lo haces, o bien por cualquier otra razón, sabes que podrás tener una erección porque este es un dispositivo mecánico y no importa si bebiste un par de copas.
¿De qué manera cambió su vida desde que decidió colocarse un implante de pene?
Oh, ha sido como el día y la noche. Una de las cosas, sabes, y sé que no debo ser el único, porque los hombres a los que se lo he mencionado también lo admiten. A los hombres no les gusta hablar sobre su impotencia, pero cuando están hablando con alguien que ha pasado por eso y pueden identificarse con lo que están atravesando, lo hacen. Y entonces, les dije: “Sabes lo que extraño más es la intimidad emocional que tenía con mi mujer, con mi compañera.” Porque normalmente uno querría abrazarla, besarla, pero tiendes a no hacerlo.
Es un proceso muy gradual porque dices: “Bien, le doy un beso, pero luego, ¿qué sucede?”, y sabes que no sucede nada si tienes impotencia. Tiendes a evitarlo para que no se presente esa situación, y lo extrañas, te sientes culpable porque sabes que tu mujer o tu pareja lo extraña. Pienso que, en general, las mujeres son más emocionales que los hombres, y eso fue una gran parte del asunto. Poder recuperar eso, algo que das por hecho. Desde que tienes 15, 16, 14, aproximadamente, piensas que la erección es un derecho que te ha sido otorgado, y que siempre tendrás. Cuando ya no sucede, es una diferencia sorprendente.
Tiendes a replegarte hacia tu interior. Comienzas a cuestionar tu propia virilidad. O por lo menos a mí me pasó. Sé que otros hombres, cuando se sinceran me dicen lo mismo. Realmente te lo cuestionas, y cuando hablé con esos dos hombres en noviembre de 2007, dijeron que esto me ayudaría a recuperar mi vida. Siempre tomas algo así con cautela, pero después de tres años desde que recibí el implante, puedo decir que dieron en el clavo. Estaban completamente en lo cierto. Es exactamente lo que sucedió. No puedes explicar simplemente el aspecto físico, tampoco el efecto sobre tu mente, sencillamente es algo maravilloso.