“Actualmente no tengo seguro o mi seguro ha rechazado mi apelación”.
Antes de comprometerse a pagar el procedimiento tú mismo, investiga tus opciones de cobertura de seguros. Incluso si ha investigado antes y decidiste no adquirir la cobertura, ahora existen más opciones que nunca. Muchos planes están subsidiados si cumples ciertos criterios de ingresos específicos.
Si tienes seguro, pero tu plan no cubre el procedimiento, investiga planes alternativos ofrecidos por tu empleador, pólizas disponibles a través de intercambios por la Ley de atención médica asequible (ACA) o pólizas adquiridas directamente de varias compañías de seguro. Es posible que necesites esperar hasta un período de inscripción abierto; por lo general, ocurren en octubre o noviembre.
Al investigar los planes, deberás evaluar los posibles costos de bolsillo en combinación con los costos de la prima mensual. Un corredor de seguros puede ayudarte a evaluar por completo sus opciones de cobertura. Recuerda, al cambiar de pólizas, por lo general, deberás hacerlo por un año completo, pero siempre puedes volver a tu cobertura original al año siguiente.
Deberás comunicarte directamente con la compañía de seguros para determinar si hay cobertura para el procedimiento en el plan o planes que estés considerando. La información sobre la cobertura para las disfunciones sexuales generalmente no está incluida en los resúmenes que se proveen. Deberás solicitar que un representante de la compañía de seguros busque esta información por ti.
Si pagarás el procedimiento tú mismo, lo primero que debes tomar en cuenta es que tu elección de médico e institución médica pueden afectar significativamente tus costos. Por ejemplo, los Centros de Cirugía Ambulatorios (ASC), por lo general, tienen costos menores que los departamentos de Pacientes ambulatorios de los hospitales.
Cada proveedor o institución establece su propio precio para un procedimiento. Cuando establecen este precio, se presupone que la mayoría de los pacientes tendrán cobertura de seguro y sólo pagarán una fracción de los importes negociados por los planes (que a menudo son considerablemente mas bajos que el precio de “lista”). Por lo tanto, estos precios pueden ser bastante altos.
Si financiarás el procedimiento tú mismo, no dudes en examinar todas tus opciones. La mayoría de las instituciones y médicos tienen programas o pólizas de asistencia financiera, pero cuanto más bajo sea el monto inicial, más asequible es probable que sea el resultado final. Toma en cuenta que recibirás una factura de (como mínimo) los costos de la cirugía, además de los costos de la institución.
En muchos casos, deberás preguntar específicamente para recibir información sobre los programas de asistencia. No dudes en defender tus necesidades.
Muchos programas de asistencia requerirán que proporciones datos financieros para determinar tu nivel de necesidad. Incluso si no hay un programa o una póliza formal, muchos hospitales, centros de cirugía y proveedores están dispuestos a negociar tarifas especiales para los pacientes que pagan los costos ellos mismos o a establecer un plan de pago.